¿Cómo hacer que mi hijo/a coma sanamente mientras va a la escuela?
Enviando desde casa los alimentos que debe consumir.
¿Los infantes de esta edad pueden diferenciar entre la comida sana y la que no es y elegir la primera?
Sí, siempre y cuando le mostremos desde casa y en la escuela a través de los profesores.
¿Es recomendable que los niños/as de esta edad hagan una dieta especial para bajar de peso?
No necesariamente siempre y cuando tenga una alimentación balanceada, el paciente se mantendrá en peso ideal.
¿Cada cuánto debo llevar a revisión médica y dental a mi hijo/a?
Cada 6 meses máximo.
¿Es recomendable llevar a un infante de esta edad con el psicólogo?
Siempre y cuando tenga una valoración médica previa que indique consulta con el especialista de salud mental.
¿Se pueden aplicar todas las vacunas a esta edad?
Sí.
Después de meses de ejercicios y aprendizaje a través del ensayo y error, su pequeño ya ha consolidado las habilidades motoras finas básicas.
Los músculos de la mano y los dedos son fuertes, lo que le permite fomentar y ampliar el conjunto de actividades que ahora pueden realizar los niños pequeños, y que les encanta:
Amasar plastilina.
Estirar esponjas.
Pintar con lápices de colores.
Escribir sus primeras palabras.
Cuando los niños tienen entre 3 y 5 años, sus habilidades físicas, como correr, saltar, patear y lanzar, han avanzado mucho. Ahora continuarán perfeccionando estas habilidades y aprovechándolas para aprender otras más complejas. Aproveche la tendencia natural de su hijo a estar activo. La actividad física regular promueve un crecimiento y desarrollo saludables y aprender nuevas habilidades genera confianza.
Las pautas de actividad física recomiendan que los niños en edad preescolar y jardín de infantes deben:
Estar físicamente activo durante todo el día.
Moverse y participar en juegos activos y actividades físicas estructuradas (dirigidas por adultos).
Realice actividades como saltar, brincar y dar volteretas para fortalecer los huesos y los músculos.
Puedes ayudar a tu hijo a desarrollar sus habilidades motoras gruesas con estas sencillas acciones cotidianas:
Cuando lleva a su pequeño al parque infantil, mejora su coordinación y equilibrio a través del juego.
Cuando juega a la pelota con su hijo o hija (o cuando él/ella juega a la pelota con sus amigos), desarrolla su fuerza y agilidad al atrapar, lanzar y patear la pelota. También aprende las reglas de diferentes juegos.
Cuando van juntos a pasear en bicicleta, su hijo o hija aprende gradualmente a mantener el equilibrio y a impulsar la bicicleta hacia adelante.
Cuando usted y su hijo suben las escaleras en lugar del ascensor, la fuerza y la resistencia de su pequeño mejoran y su corazón y pulmones se fortalecen.
Cuando deja que su hijo o hija camine por las banquetas frente a usted, mejora su coordinación y desarrolla el interés por salir a caminar y hacer actividad física.
Cuando practican diferentes deportes juntos, su hijo o hija puede explorar una variedad de actividades y descubrir cuáles le gustan más.
Durante los primeros años escolares, su hijo aprenderá más palabras y comenzará a comprender cómo funcionan juntos los sonidos dentro del lenguaje.
Su hijo también se convertirá en un mejor narrador, ya que aprenderá a juntar palabras de diferentes maneras y a construir diferentes tipos de oraciones. Estas habilidades también le permiten a su hijo compartir ideas y opiniones. A los ocho años, su hijo podrá tener conversaciones como las de un adulto.
A los 5 o 6 años, los niños comienzan a comprender que las palabras individuales pueden tener diferentes significados, por lo que comienzan a usar el contexto de una palabra para saber qué significa. Por ejemplo, 'genial' significa algo diferente cuando dices, 'Es un día genial', en comparación con cuando dices, 'Ese es un robot realmente genial que has construido'. También comienzan a comprender las metáforas y el lenguaje no literal, por ejemplo, '¡Me muero!'.
Comprenderá que puede formar nuevas palabras uniendo otras dos palabras, por ejemplo, 'cubrebocas'. Escuchará palabras 'compuestas' como esta más a menudo en el habla de su hijo.
Su hijo también comenzará a usar palabras más largas a medida que aprenda que el comienzo y el final de las palabras cambian sus significados. Por ejemplo, su hijo puede agregar 'dad' (como en 'felicidad'), 'des' (como en 'desenvolver').
A los 6 años, los niños empiezan a comprender chistes y adivinanzas y a utilizar el lenguaje de forma abstracta. Por ejemplo, su hijo podría contar un chiste como '¿Qué tipo de programas les gusta ver a las vacas?' 'Muuu-sicales'.
Su hijo también podría comenzar a comparar dos cosas usando las palabras 'como', por ejemplo, 'Ellos nadan como un pez'.
A partir de los 4-8 años, los niños aprenden mucho mejor a contar historias. Las historias de su hijo probablemente sean más largas y detalladas, y probablemente también tengan más sentido. Las historias pueden ser inventadas o sobre cosas que realmente sucedieron. Pueden tener un tema, personaje o trama y contener acciones y eventos en una secuencia lógica, por ejemplo, 'El barco se hundió, así que todos tuvieron que nadar hasta la playa'.
A medida que su hijo siga aprendiendo y practicando el lenguaje, su narración mejorará. Será más fácil averiguar de quién está hablando su hijo cuando está contando una historia y cómo encajan los eventos en sus historias.
En estos años, su hijo podría:
Usar diferentes palabras de enlace de la manera correcta, por ejemplo, 'porque', 'entonces', 'ahora', 'cuándo', 'antes', 'mientras' y 'aunque'.
Decir diferentes enunciados para presentar la misma información.
Usar correctamente pronombres como 'él', 'ella' y 'ellos' cuando están contando una historia.
Entender la diferencia entre hecho y teoría, es decir, la diferencia entre '¿Qué pasó?', y '¿Por qué crees que...?'.
Leer con niños y niñas de 4 a 6 años
A esta edad y etapa, leer con su hijo se trata de pasar un tiempo especial juntos y divertirse disfrutando del lenguaje y las ilustraciones de los libros. Estos son algunos consejos que pueden ayudarlo a usted y a su hijo en edad preescolar a aprovechar al máximo su tiempo de lectura.
Antes de sumergirse en las páginas de un nuevo libro, tómate un momento para hacerle algunas preguntas simples pero poderosas que despierten su curiosidad y lo inviten a explorar el mundo que se despliega ante sus ojos.
Preguntas como quiénes son el autor y el ilustrador, de qué creen que trata la historia, qué personajes podrían habitar en ese universo y qué emociones o situaciones imaginan que sucederán, son como llaves que abren puertas a un diálogo profundo y significativo.
El proceso de cuestionamiento no solo se trata de obtener respuestas correctas, sino de nutrir su capacidad de observación y análisis. A través de estas preguntas, estás cultivando las semillas de la conversación, permitiéndole anticipar y participar activamente en la trama que está a punto de desplegarse. Este acto de compartir expectativas y prever acontecimientos estimula su creatividad y pensamiento crítico, habilidades que serán fundamentales a medida que avance en su desarrollo.
Mientras se sumergen en la historia, hay varias formas encantadoras de enriquecer esta experiencia y hacerla aún más cautivadora.
Varía el ritmo y el volumen de tu lectura, creando una sinfonía de palabras que capturará la atención de tu hijo. Cambiar la entonación y el tono para diferentes personajes no solo agrega diversión, sino que también ayuda a tu pequeño a identificar y comprender mejor las emociones que los personajes están experimentando. ¡Déjate llevar por la magia de la narración!
Anima a tu hijo a participar activamente utilizando su dedo para rastrear las palabras mientras las lees. Este simple gesto no solo refuerza la conexión entre las palabras y su significado, sino que también promueve la coordinación entre la oralidad y la escritura.
Durante la lectura, realiza preguntas que despierten su imaginación y le ayuden a relacionarse con la historia. Preguntas como "¿Qué crees que sucederá después?" o "¿Cómo te sentirías si fueras tú?" invitan a tu pequeño a participar activamente en la trama, fomentando la anticipación y la empatía.
Además, involúcralo en las repeticiones, permitiéndole unirse a ti en frases y palabras recurrentes. Esta participación activa no solo refuerza la comprensión del vocabulario, sino que también hace que la lectura sea más dinámica y entretenida.
Señale las diferencias entre letras y palabras, y la diferencia entre minúsculas y mayúsculas. Por ejemplo, 'Hay una M mayúscula. ¿Puedes ver cómo es más grande que esta m minúscula?'
Señale diferentes signos de puntuación, incluidos puntos, signos de exclamación y signos de interrogación. Explique qué significan estos. Por ejemplo, 'Hay un signo de interrogación. Cuando vemos uno de esos, sabemos que alguien está haciendo una pregunta'.
Cuando vea palabras impresas en negrita o en letra grande, señale estas y explique cómo esto cambia la forma en que decimos esas palabras. Por ejemplo, 'Mira qué grande es la palabra BOOHOO. El bebé debe estar llorando muy fuerte'.
Hacer preguntas sobre los nombres y sonidos de las letras.
Juegue juegos de 'encontrar las letras y las palabras', especialmente con las letras del nombre de su hijo.
Ayude a su hijo a inventar historias y dibujos para acompañarlos.
Hagan un libro de cuentos juntos. Deje que su hijo elija la historia o use sus propias historias y dibujos inventados.
Si su hijo no puede leer palabras, anímelo a que le cuente una historia basada en las imágenes de un libro de cuentos.
Adicional a lo antes mencionado; En la sección inferior descubra el
Menú de juegos y actividades para
iniciar el aprendizaje de la lengua escrita.
Cuando su hijo lo ve leyendo y escribiendo, está creando un ambiente hogareño que ayuda a desarrollar las habilidades de alfabetización.
Tu lectura y escritura pueden ser tan simples como leer revistas o periódicos y escribir listas de compras o mensajes para tu pareja o hijos.
Tu pequeño aprenderá a identificar y relacionar la posición de los objetos en una secuencia numérica. Es ideal para desarrollar habilidades lógico-matemáticas de una forma divertida y educativa. 🚂✨
Ayudar a tu pequeño a entender la suma repetida y anticipar cantidades. Con vasos, palitos y juguetes, los niños aprenderán a sumar grupos de objetos, utilizando la recta numérica para visualizar y contar. 🎯✨
Ayuda a los niños a desarrollar la habilidad de subitización, permitiéndoles reconocer rápidamente cantidades pequeñas sin necesidad de contar uno por uno. Con tarjetas, puntos y juegos visuales, los niños podrán reforzar su conteo mental y asociar patrones numéricos con facilidad. 👀🔢
Ayuda a los niños a comprender cómo igualar cantidades en dos conjuntos mediante juegos visuales y manipulativos. Al trabajar con pinzas, galletas y la recta numérica, los pequeños desarrollan habilidades críticas de comparación y equilibrio de cantidades. 🟢🍪🧮
Invita a los niños a sumergirse en el fascinante mundo de los números. A través del juego con vasos, tapas y tarjetas, los pequeños desarrollarán la habilidad de reconocer los números del 1 al 10, identificar su posición en la secuencia y asociar cada número con su cantidad correspondiente. 🎯🧠
Los niños aprenderán a contar objetos y a entender la importancia del último número en una secuencia, ¡todo mientras juegan a la tienda! Esta actividad también fomenta la comprensión del valor de las cosas y de los números en situaciones de la vida diaria.
Los niños aprenderán a identificar y comprender los números en su entorno. Esta actividad es ideal para niños de 4 a 6 años que están empezando a explorar el mundo de los números más allá del conteo, asociándolos con funciones prácticas y útiles en la vida diaria.
Los niños aprenderán a identificar cantidades sin tener que contarlas una por una. Ayuda a desarrollar habilidades de cálculo mental, fomentando la observación y reconocimiento rápido de números en diferentes contextos.
Los niños aprenderán que al combinar dos grupos de objetos, se obtiene un nuevo total. Ideal para desarrollar la lógica matemática y el conteo continuo, "¿Cuántos tenemos juntos?", es perfecta para reforzar habilidades de suma en los más pequeños.
Los niños aprenden a contar de manera ordenada y continua mientras saltan sobre números colocados en hojas de colores. Ideal para reforzar el conteo y la secuencia numérica, "Avioncito de números ordenados" es perfecta para hacer del aprendizaje una experiencia dinámica y entretenida.
Los niños aprenden a dividir un todo en partes iguales y a repartir de manera equitativa. Ideal para desarrollar el pensamiento lógico-matemático, "A Todos Les Toca Igual" ayuda a los pequeños a comprender la importancia del reparto justo en grupos.
A través de juegos sencillos, los niños aprenderán a identificar figuras geométricas básicas y a crear imágenes simétricas divididas por la mitad. Esta actividad no solo estimula su creatividad, sino que también refuerza el pensamiento lógico y las habilidades motrices.
Su hijo en edad preescolar ahora puede enfocar su atención con mayor precisión. Se desarrolla una comprensión genuina de los números y los preescolares comenzarán a considerar conceptos como formas y colores con más detalle.
La intensidad de las preguntas aumenta a medida que su hijo desarrolla una gran curiosidad por el mundo que lo rodea.
En esta etapa, su hijo tendrá mayores habilidades de memoria, lo que representa una gran parte de su aprendizaje.
A medida que su hijo crezca y comience a hacer preguntas, responda con precisión y paciencia. En algunas ocasiones convendría devolverle la pregunta: ¿tú qué piensas…? ¿Qué crees tú…? Y luego repetir su respuesta y preguntar si eso es lo que efectivamente piensa. De esta manera se sientan las bases para el pensamiento reflexivo.
Fomente el juego creativo, pues este mejora las habilidades cognitivas de los niños. Permita que los niños usen su imaginación y participe en juegos de simulación. Fingir ser alguien distinto es una actividad favorita de los niños pequeños, donde al imaginarse a sí mismos en diferentes roles, pueden aprender mucho.
Despierte el interés de los menores por libros y rompecabezas. Los niños pueden aumentar su concentración, paciencia y confianza en sí mismos al resolver acertijos. Los libros son una excelente manera de despertar la imaginación, y leerlos en voz alta ayuda a los niños a desarrollar su vocabulario y habilidades lingüísticas.
Proporcione juguetes y juegos educativos tales como juegos de palabras, juegos de números y juegos de memoria, pues estos ayudan a los niños a desarrollar sus habilidades cognitivas a la par de que se divierten.
Para entender cómo aprenden los niños y niñas en este rango de edad te invitamos a ver estos videos:
A esta edad los niños y niñas ya cursan a educación preescolar. La escuela les provee muchas oportunidades para usar, ampliar y socializar los conocimientos que han desarrollado los años anteriores en casa. Sin embargo, la familia y el hogar nunca dejan de ser fuente de conocimiento, confianza e integración al mundo.
Por ello, es importante que las madres, padres o tutores en casa sigan:
participando en juegos que involucren movimiento, lenguaje y pensamiento
hablando con los niños y niñas sobre lo que ven, lo que hace la gente y sobre lo que los rodea
experimentando situaciones conocidas como las rutinas de casa y nuevas como ir a un museo o a pescar.
El hogar y la escuela se convertirán en un equipo a favor del desarrollo máximo de los pequeños.
Consulte y descargue el Menú de actividades para niños y niñas de 4 a 6 años
para seguir apoyando el desarrollo cognitivo, social, emocional y lingüístico desde casa.
Escanea el código QR o clic en este enlace: https://forms.gle/MLkwUv6u2dciMVEo6